jueves, 28 de agosto de 2014

Las personas que nos movemos en éstos ámbitos solemos tener vínculos familiares, algunos de ellos muy potentes, que permiten aprender, rectificar, reflexionar, y en definitiva crecer personalmente... con la ventaja de ser conscientes de nuestra profesión. Mi experiencia como coach...
-por favor, no ejerzamos la profesión de coach en el seno familiar... a menos que alguien lo plantee expresamente y sin ningún tipo e juicio, máscara, intención conspicua, etc.
-cuando te pregunte la familia acerca de tu profesión: no aplicar el coaching en la conversación.
-entrega total y sin prejuicios de tu persona ante situaciones conflictivas, pero sin aplicar tus técnicas, a menos que no se desee expresamente por parte del otro; todo ello enmarcado dentro de un proceso serio de coaching, donde cada una de las partes sabe y conoce al otro desde perspectivas que no han de influir en un proceso limpio y sano de mejora personal.
-APLICAR EL HUMOR... Chicos, aquí llegó el arregla-cosas ;-)   y a continuación dejar claro la posición del coach en los menesteres más profundos familiares. No somos dueños nada mas que de nosotros mismos. Redordemos que todos pertenecemos al sistema familiar
-Darnos permiso para un acercamiento más profundo y consciente en el seno familiar. Poder movernos en el sistema familiar trae reconfortantes beneficios personales y, creo que permite la mejora del sistema en general (aparición de el amor, el reconocimiento, el dolor, la aceptación, la verdad, el testamento, el legado, las raíces, el futuro.
Seguro que me quedan más observaciones que realizar, y por ello estoy interesado en que se aporten sugerencias y opiniones... incluso contradictorias a las expresadas.


Os dejo un enlace HOMENAJE intenso a Juan Luis Galiardo y a Jose Luis Sampedro. Mentes lucidas dignas de ser escuchadas.

Un saludo















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